sábado, 15 de mayo de 2010

el secreto de la T




Porque si de la ciencia se trata y dicese de exactas es donde se mueve en plena inexactitud dentro de los ejes cartesianos de algún café, con un mozo engalado cual traje de luces de toreros que viste de camisa blanca, delantal rojo, con un lazo a la cintura combinado con la pajarita y experto en bandejas.
Y paralelo a la nostalgia se encontraba la exactitud, en que su rostro me había hablado del recuerdo de un barco, de la academia, con sus juegos de mesas especialmente el ajedrez y un barrilete en la mañana con mas ventorral de un 15 de mayo.
Si lo vieras como yo detendrías en la copa de los árboles, donde no comprendo bien lo de las hojas caducas o las que genera una alfombra dorada por la que transitas en otoño y calientan tu alma siendo aun mas preciada que las alfombras que se encuentran en el Museo más antiguo de Teherán.
Tal vez detendrías en las que se quedan en la cima, en un vals al compás de los cabellos que se animan a estar sueltos, despeinados y alocados en plena conmoción, enamorados de la vida sin comprender muy bien, esto del cambio de estación, del cambio de los sentimientos, pero sorprendidos e hipnotizados con los tonos y las texturas de los gorros, las bufandas y algún que otro mitón
Y al levantar tu mirada desarmarías el reloj, en una comunión con el tiempo y el instante, observando el color del cielo, que en plena confesión te contaría que se ha puesto en compose con el asfalto y el color del saco que llevo hoy, anunciándote la mas bella mañana de gala en la que enmarca el ápice de una iglesia y dos golondrinas que pasan cerca de ella.
Entonces en ese preciso momento te preguntaría del tema de las manos en los bolsillos y debatiría días enteros del color de aquellas bufandas o si puedes usar guantes o mitón.

Podría confesarte que me gusta sentarme en un café justo en la ventana, emocionarme ahí adentro al sentir la vida y recordar que dos segundos antes en el metro de buenos aires, sonaba un acordeón con la mas bella melodía.
Entonces en el medio de la inexactitud de la nostalgia, de lo exacto de una mañana fría, donde no se encuentran reglas se despliega un secreto, el que aun guardo en el bolsillo izquierdo y me ha hablado de una letra.
Y al ser de las más inexactas podría incurrir en sueños y en princesas, en creencias de hadas que cuidan a las niñas y duendes que nos cuentan secretos cuando nos encontramos en algún bosque.
El pronostico diría que el verano nos moviliza, estoy fuera de la media…
Es que el primero de abril me ha robado una melodía y me estremece el corazón esbozando mis sonrisas de cote hacia arriba.
Y en medio de las matemáticas justo como me gustan exactas, detendría en los príncipes que transitan en plena avenida Córdoba, en algún que otro caballo blanco un 15 de mayo,
Detendría en sus manos…
En la esperanza que aguarda un corazón…
Es que aquella letra encerraba la historia de un cuerpo, de dos brazos, de una princesa y de infinidad de otoños.
Entonces comprenderías un barrilete en otoño como el vaivén de los ojos de algún niño y el cielo como marco de aquellos ojos.
Entonces tal vez comprendes lo exacto y perfecto en el color de aquel cielo un 15 de mayo del 2010, en compose con mi saco y el café de las ciencias como marco de otoño que atrapo esta ilusión.



el secreto de la T -Parte 1

 
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