el jardin secreto

Muy atrevido sin recibirse de ingeniero armaba y desarma-
ba sistemas de las maquinarias mas complejas que usted imaginara.
Trabajaba sin fin, noche a noche, con el solo fin de resolver teoremas y conquistar pentagramas.
Gran detonador de bombas, armador de ilusiones, técnico paciente e ingeniero de emociones.
Pero cual hombre con tales aptitudes, resueltas sus teorías, teoremas y pentagramas,
otra pagina es la que empezaba.
Despertaba un nuevo día.

Me saco la galera, aplaudo y lloro por sufrir las mismas sintonías.

Él vive en una casa de cemento, como vos y como yo,
y en el jardín de los secretos, bajo tierra esconde el cofre del corazón.
En una cuarta dimensión, donde el tiempo se paro,
un día el ingeniero extravió la llave del cofre del corazón,
pertenencia única, de espectros y doncellas irreales.
Enfermedad que padecen los hermanos siameses unidos por el corazón,
como vos y como yo.

Desde mi posición recito un himno al cielo, a mi padre le canto:
niña sin lagrimas, donde la escondiste,
donde se extravió, ese otoño en que te fuiste,
niña con lagrimas, donde te fuiste,
con candado, cuerdas y cadenas te has resguardado.

Pescadora de ilusiones y colega de usted,
morfología hoy he aprobado y con alambre nomás una forma parecida he logrado.
Y en el jardín de mi madre,
el cofre de ilusiones he forzado,
el corazón ha quedado, pero el alma he liberado.
Ingeniero subí mi primer escalón, aquí estoy en busca furiosa de lo que el cielo se llevo,
y aprobando materias, porque tal vez con una copia fiel libero a este corazón.
Fuerce cerraduras y suba el primer escalón.
detonador de bombas aquí lo espero hoy,
Apruebe su materia y suba esta gran escalera al cielo del corazón.