Si no creyera en la locura de la garganta del sinsonte si no creyera que en el monte se esconde el trino y la pavura
si no creyera en la balanza en la razón del equilibrio si no creyera en el delirio si no creyera en la esperanza
si no creyera en lo que agencio si no creyera en mi camino si no creyera en mi sonido si no creyera en mi silencio
qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera un amasijo hecho de cuerdas y tendones un revoltijo de carne con madera un instrumento sin mejores resplandores que lucecitas montadas para escena
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos un servidor de pasado en copa nueva un eternizador de dioses del ocaso júbilo hervido con trapo y lentejuela
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera
si no creyera en lo más duro si no creyera en el deseo si no creyera en lo que creo si no creyera en algo puro
si no creyera en cada herida si no creyera en la que ronde si no creyera en lo que esconde hacerse hermano de la vida
si no creyera en quien me escucha si no creyera en lo que duele si no creyera en lo que quede si no creyera en lo que lucha
qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera un amasijo hecho de cuerdas y tendones un revoltijo de carne con madera un instrumento sin mejores resplandores que lucecitas montadas para escena
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos un servidor de pasado en copa nueva un eternizador de dioses del ocaso júbilo hervido con trapo y lentejuela
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera qué cosa fuera la maza sin cantera
Me gustas más de grillos, de neblina pura. De ver cristalizada completamente la copa del árbol, de pequeño miedo silente (porque el misterio de juntarnos pudiera ser para siempre). Me gustas de arrullo lunar, de pasos mutuos sobre las hojas que olvidaron llevarse los vientos. Me gustas con tu benevolentísimo azul de ojera, de las mareas de mi vida. Me gustas lentamente para ser preciso, para lucharle hombro a hombro al egoísmo. Me gustas incluso sin estrellas, nocturna. Anochecida. Porque soy un loco, desconocido sueño. Hipopótamo bajo el agua que piensa que negro significa dormido; sapo viejo y contento... que sabrá Dios por qué o cómo se enteró, pero sabe que después del beso no viene la magia sino la posibilidad remota, infinita de un quemante - quitador de vida - segundo beso. Por eso no duermo, nocturna mía, porque aún no te encuentro.
de ayer fue lunes
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