sábado, 8 de agosto de 2009

caballos de plata

Como cambia el clima, en invierno una primavera, ayer...
Hoy es invierno, mañana tal vez también.
La oscuridad era tan densa que no se podría vislumbrar ni su misma mano, ni el pecho, ni los pies.

Tal vez habéis confundido la necesidad con el amor.

Es que tal vez, no estaba de animo y sugirió alguna ocurrencia, queriendo viajar en caballos de plata sobre territorios dorados y ríos desbordantes, azules,
infinitos ríos,
como esbozado por el niño... en hoja blanca.

Pasando los días, la mañana sugirió tener todo el tiempo del mundo,
preferiria una antorcha le dije a un desconocido, pero solo tengo encendedor..

Así había amado tantas cosas y podía responder, usando alguna que otra palabra,
palabras del diccionario, de la A hasta la Z, pero recordé que nunca aprendí el abecedario,
Al igual que tantas tablas, aquellas, las de multiplicar, así como un engaño esbozado por el niño.
No es casualidad... he dicho, aprendí la del cinco, tal vez la del uno.
Es que tan solo sumaba muy rápido confesé algún día y una canción de abecechedee,
era tan solo eso y nada mas,
y nada mas una canción.

Entonces me puse de pie y a la mañana siguiente, esperaba mas adelante.
Tan solo un paso mas adelante,
pero de pie, con aquel paso y la llama del encendendor vislumbre un sendero,
Incluso me pregunte como habéis entrado aquí, fuera de abecedarios,
de tablas, olvidando lo conocido,
lo tan aprendido...

No es tarea fácil encontrarse en el abismo, le dije a otro desconocido, saliendo del mundo de aquel niño.
Tangible mundo,
Y así nomás, sin antorcha ni abecedario, ni tabla comprendida, busque a aquel caballo de plata en el sendero olvidado.

Laberintos en penumbras.

Y al tercer día, a medio camino se abrió una puerta e ingreso la osadía, tormentos de truenos y hasta una cirugía.
Cicatrices, silencio, convicción y la llama convivieron,
no había vislumbrado caballo de plata alguno, pero estaba la osadía

Que me diría...

Y pasando seis meses, solo vi que era verdad que el tiempo transcurría.

La llama no podía aun vislumbrar ni su misma mano, ni el pecho, ni los pies
Pero el alma se sentía..

Y comprendía la salida, en aquel caballo, tan solo en la osadía de sentir en aquel camino lo que no comprendía.

Me dijo Será un largo y frió invierno,
Pero....ayer hoy tal vez sea primavera, tan solo ... porque no comprendía.

4 comentarios:

  1. HERMOSO RELATO... PLAGADO DE FLORES... QUERIDA: LO VOY A PEGAR A LA DERECHA DE MI BLOG PORQUE ME GUSTÓ MUCHISIMO!!! BESOTES!!!

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  2. Tal vez has confundido la necesidad con el amor.
    Grande!

    Saludos!

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  3. me hiciste recordar a un niño que no podía contar sin verse las manos :)

    y era tan callado y sumaba lento muy lento.

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  4. espero que ya lo pueda hacer sin mirarselas. ji ;)

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