lunes, 27 de mayo de 2019

27 del cinco


Caminar con los talones

En un cambio de escala me sumerjo en los rocosos muros que aprietan mi ciudad

Estoy llena de preguntas...

Me sostengo en el solo echo de mirar hacia afuera, por aquella ventana.
Hoy me declaro aficionada al mundo real, aquel que esta fuera, el que rodea mi piel,
Televidente de un mundo que se ha escrito en tus muros.
Y sus sueños...
¿Dónde están?, porque hoy, no los hemos compartido, en un día indefenso, de cielos angustiados y vientos que nos da la perspectiva.
Caminaba tanto, tanto, que debí levantar los extremos de mis pies.
Caminar con los talones, así no se sentiría el tacto.
Caminaba a cielo abierto y fue allí donde un edificio, que encerraba el secreto de un pasado frigorífico, vestido de cornisas, balustros y molduras, me arrojo parte de su cuerpo.
Y dos segundo después, me había dado cuenta que el tamaño de tus dos manos refilaron mi nariz.
Recordando las manos de aquel arquitecto del año 22, recordando aquel frigorífico del año 22.
Espectro de dos cuadras antes.
Espectro de dos cuadras después, donde una señorita me hablaba desde su ventana, tenia una cocina, un baño y un comedor, como vos y como yo.
Pero no como él.
Yo no sé si fue el viento o el refilón, pero aquello me daba la perspectiva.

Estoy llena de preguntas...

Y ya regreso a casa en el silencio del aire, el viento, tu aliento, el momento antes, los dos segundos después.

Estoy llena de preguntas...


Lluvia-



Se escribe la octava sintonía de Vivaldi, las persianas cerradas y un centenar de gotas en los vidrios del alma.
Tic, tic... (silencio), no existe goteron en las ventanas, un centenar de gotas rebalsan, mis piernas, mi cara... el cuerpo sin piel, tic... tic, plasmada en los vidrios del alma.
Que cielo tan gris que hoy nos amanece, despierta que ya el pájaro canta como si tuviera garganta, despierta que ya es mañana, lluvia de letras de canciones y teteras, pásame una pista tal vez sea mañana, conviérteme en gaviota, en pájaro o en álamo.
Gota de agua abre las ventanas, tu ciudad esta mojada y yo acá sentada sin hacer nada, ¿cuánto dura el mañana?, ¿Cuánto dura hoy; ahora aquí sentada?, ¿ Cuánto dura lo de las gotas de agua?,
Mojada, mojada.
¿Cuánto dura aquí situada en el país de la nada?.
¿Dime martillero son tremendas excusas del alma?, de llaves esclusas no han venido mis palabras, quiero un banco de madera y un jardín de invierno en el medio de tu alma.
Tic... tic, la canilla esta cerrada, tic... tic, el martillero ha partido y se opacan los cristales.
El pájaro ha pedido sus cuerdas vocales.
La lluvia constante, lenta, filtra y mis pies se mojan. Dormiré apurada, tal vez mañana se abran las ventanas, entre y la lluvia inunde el alma.
Tic... tic, silencio!... escuchad las gotas sobre mi ventana

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