martes, 21 de abril de 2009

tal vez el invierno.

Y sin darme cuenta en la palma de la mano, como machete de primaria, se escribe la cuarta estación de Vivaldi, llega perfecta y puntual.
Represento el mar con arpillera tramada, Atahualpa Yupanqui, tierra de pachamama, no pudo generar el vacío, pero la tierra alambrada cosió transparente y somos uno y somos tierra y somos agua, y somos todo, entramada noche al son del invierno.
Como explicarte invierno que llegas cálido y justo a tiempo, en este crudo frio que nos conmueve y nos filtra en los lugares mas recónditos. Y también nos llena el alma.
Permanentemente dialogo de tus tierras divinas, de tus hijos sol y luna que nos iluminan.
Viajo en el 168 con el pelo encendido fuego, la punta de la nariz congelada, donde desperté en un sueño, en aquel lecho, ese que se repetía una y mil veces.
Hable con los fantasmas como suelo hacer a veces, con las manos congeladas y el cuerpo tiritante.
Atahualpa Yupanqui, escuche el llamado de la calandria y cuando el deseo se metió en mi pecho y me tape en su lecho, con la boca enardecida me desperté en un sueño, en un sueño de un invierno.
Tal vez porque nací en enero y como todo polo opuesto reencarno en invierno.
Como explicarles las veredas de mi barrio, sus hojas, las bufandas y los guantes, como enrojecen mi casa, mi cara y encalidan el alma.
Frente a la luna con el sol iluminando el invierno encrudeció el paso del viento y como pájaro de hierro dejo su surco luminoso en medio de este hielo, ni por encima, ni por debajo, justo en el medio de su frenesí y en unos minutos nomás, toco a mi puerta.
Entonces derribe puertas, derribe con lápices y dos o tres palabras.
Me visito el viento y desperté en el sueño, en el sueño de un dia, Desperté desnuda de 21 inviernos, 400 noches, 5000 palabras e infinitos silencios.

Y no hice mas, abrí mis ventanas y con campera de aviador, justo en el medio, ni por encima ni por debajo, en el medio del invierno de sol con luna y por encima de su viento en la tierra de pachamama me senté a esperar mi mañana y encalidar el alma.

2 comentarios:

  1. Me gusta ese estilo rápido y aparentemente atropellado que le imprimes al relato.

    ResponderEliminar
  2. siempre reencarno en el mismo mes, en el mío. pero a veces abro un ojo entre sueños, durante otro.

    ResponderEliminar

 
Free counter and web stats