jueves, 5 de febrero de 2009

ella dijo...Bienvenidos al no lugar

ella dijo...



Bienvenidos al no lugar
Anclada en el puerto a orillas del miedo,
Ya no se para donde escapar,
Rostro inmutado, corazón desarmado,
¿Será que el río pasara?
Que derrame de mis ojos así el alma liberar.


Una noche perfecta y estrellada,
El viento traspasa las ventanas
Y las cortinas son las únicas que acarician el alma.
En penumbras deje la casa,
Al igual que MIA el alma despechada,


Sé que los días pasaran
Y lo que hoy marco a fuego mañana bella historia de contar.


Me reflejo en el espejo triste y hermosa,
Ya no concurro a ese lugar,Nunca fue mi pertenencia,
así hoy me lo anuncio
Y pensar que mi casa entera a usted le perteneció.


Me vuelvo a mis cosas
Y con las cuerdas de un barco viejo
amarro el alma mía para que regrese a su lugar,
Irradia brillante el aura
Ahí adentro en el pecho hoy algo se desgarra.


Nuevamente ato el alma y miro por la ventana
Observo almas, luces y persianas
Y sin ser invitada ingreso a cada casa
Y me escapo trasparente allí sentada.


Las copas de los árboles danzan con la música del viento,
La misma que acaricia el alma
Y me vuelvo árbol y me vuelvo rama y me alivio un poco.


El empedrado es bello.


En la esquina donde yace el viento y el semáforo,
Se cruzan dos parejas
Y de inmediato bajo escaleras y me vuelvo sombra de ellos.


Confidente llama mi hermana
Y me dice que a 60 Km escucho llorar el alma,
Una estrella fugaz ve pasar y un deseo le pidió
Mi corazón no pregunta cual.


Vuelvo a la ventana y levanto el rostro al cielo,
Poque con un poco de suerte tal vez hoy se lo devuelvo,
Te regalo parte del aire que hoy alivio mi pecho,
Así alivia el tuyo
y mañana con los niños nuevamente a los juegos.


Un amigo interrumpe el tema,
Tal vez sea el momento,
Le cuento, me río pero no comprende.
Vos te acabas de ir,
Y contesto sin contestar,
Es que sigo allí adentro
El tiempo el sutil y bello tiempo


Tal vez y solo tal vez mañana tan solo acepto,
Quien pudiera estar a la moda y serle infiel a un sentimiento
Y ahogarlo y acariciarlo y salir de allí adentro.


Aún estoy allí.


Y te veo con tu silbido caminar a pasitos por tus calles,
En busca de ilusiones,
Feliz, pensando en intrigas que el mañana traerá
con él los bellos ojos de aquella mujer.


Y es raro pero pasan las horas y aún sigo,
Me levanto sacudo un poco mis rodillas
Y me pregunto algo que no voy a contar.


Me sostengo en el tiempo,
Se escucha el bello sonido de las piedras que sostiene el gallo
El que aguarda mi ventana,
Nuevamente meritos de este incansable viento que me acaricia el alma.


Regreso y camino con vos,
¿ya llegamos a la estación?
Suba usted primero al micro mi señor,
Que yo guarda espaldas de usted soy.


Creo que no tenia boleto,
Te veo partir desde la ventanilla,
Irte feliz entre tus cosas,
Me regreso a mi ventana y al vaivén de los árboles.


Y desde allí te contesto,


Prefiero llorar, pero siempre la verdad.


Me refugio nuevamente en mi habitación
Y por mujer dedicada me destaco,
En este preciso momento perdono a mi padre y te digo,
Lo más apasionante que bellos ojos te dejo, no lo registraste
Y por dedicada y simpleza de mi alma,
con remarcador lo resalto,


Elige tu propia aventura,
Que rareza la tuya.


Me sonrió levemente,
El viento extravió el alma
Y de camino a tu sombra, este alma vuelve a casa.


Me mira con sus ojos grandes, redondos, negros y llorosos.
Pide disculpas y se vuelve dentro mío.


No temas y no te avergüences jamás,
Siempre te espero MIA, alma mía,
Tú eres niña de ilusiones y vuelas sin fronteras,
En un sutil y delicioso juego,
En el que jamás hieres a nadie.
Y en lo que a mí respecta,
Cada uno de tus paseos en busca de luz, me alimentan la vida.


Hay hermana, madre e hija mía.


Son las dos de la mañana y el empedrado vació esta,
Bendita sea, ya ahora regresas con migo a este lugar.


Soy amiga de mi nombre y paciente de mi vida.


Las rarezas de la vida,
a tres horas que el pecho ha desangrado,
Ya el paciente ha sanado.
Reitero que me maravillo de lo que muta, lo que crece, lo que vive y lo que muere.


Finalizo el contrapunto y la poesía,
El alma ya no yace en tu mesada.
Te guardo unos poemas viejos,
Y te los obsequio en cualquier momento,
Por compañero poeta,
Por desatar mis cordones y desarmar mi arquitectura.


Mi hermana y el viento del ultimo día de diciembre,
me han devuelto el alma.

Dios santo, llegaste justo a tiempo Esta noche de diciembre.


Al viento y a mi hermana.




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